Hola. Hoy entre en el blog con la idea de escribir algo nuevo. Hace ya dos meses desde que actualizamos el blog y viendo que, al parecer, mis compañeros están un poco con sequía creativa o simplemente no les apetece publicar nada, decidí actualizarlo yo de nuevo.
Y entré con una idea en la cabeza. Tenía pensado escribir un post con una reflexión un poco seria. De esas que a veces me da por escribir y que a nadie le importan, pero que a mi me ayudan mucho. De hecho ya he llegado a tomarme este blog como una especie de lugar de desahogo, donde decir todo lo que se me pase por la cabeza. Normalmente son tonterías (como la de hoy) pero otras veces me pongo un poco trascendental.
Y diréis, que pesado este tío. Como le gusta hablar de sí mismo. Ya nos contó sueños sobre su futuro, lo aburrido que estaba en su trabajo, nos hizo publicidad sobre no se qué, nos contó como funciona su cabeza (y a mí que más me importa esto señor!!) y ahora sigue hablándonos de él. Que narcisismo por favor.
Y yo diré. Pues sí señor. Este es mi blog (compartido) y en él hablo de MI o de lo que a MI me apetezca. Y si usted no quiere leerlo pues… dígame que quiere leer que yo se lo escribo. Porque ante todo me gusta ser leído.
Pues todo esto es una presentación algo estúpida para contaros una tontería que encontré esta mañana. Volviendo a mi narcisismo, hice una cosa que yo creo que todos en algún momento hemos hecho. Me he buscado en Google. ¿El resultado? Más o menos lo que esperaba. Un par de páginas que hacen referencia a asignaturas de mi carrera y una página de Facebook. ¿Sólo? No… solo no. Sino no habría escrito todo esto.
Encontré una página en la que alguien llamado Guillermo Duplá, hizo una pequeña crítica de la película «El niño del pijama de rayas», que dice lo siguiente: «My favourite is the scene when the soldiers made the Jewish people enter the showers and closed the door». Me resulta muy curioso porque… ¡Yo ni siquiera he visto la película! Hay alguien por el mundo con mi nombre, que escribe en inglés y que también le gusta el cine, tanto como para escribir criticas en una Web. Y además resulta que le gustan escenas en la que un gran número de personas se meten en una ducha. Muy desconcertante. Pero… ¿acaba aquí la cosa? No. Ahora viene lo mejor.
También encontré una página chilena de apuestas de carreras de caballos en las que aparece un caballo conocido como «Príncipe Guillermo Duplá» al que hay que echar un ojo en la primera carrera porque puede dar la sorpresa. Resulta que también existe un caballo de carreras con mi nombre y con la categoría de príncipe. Esto no me lo esperaba para nada. Ha sido una total y absoluta sorpresa.
Y con esto me despido ya. Prometo que escribiré mi post reflexivo pronto. Eso sí, me despido con una última reflexión que se me ocurrió ayer y me hizo mucha gracia:
«Si los indios viven en la India… ¿los vaqueros viven en Vaqueira?» Un saludo gente.
Casa De Cosas 