Hace ya bastante tiempo escribí una entrada acerca de un hombre indestructible, un hombre que sobrevivió a dos bombas nucleares, las dos únicas bombas nucleares lanzadas contra una población humana. Si no leísteis en su momento podéis hacerlo aqui.
Pues bien. Heme aquí habiendo encontrado a la que sería su réplica perfecta. Señores y señoras, os presento a…
Vesna Vulovic: La mujer indestructible!!!
Os cuento la historia de esta mujer. Vesna era una azafata que trabajaba en un avión DC-9 de la compañía yugoslava JAT. Vesna volaba el día 26 de enero de 1972 de Copenhague a Belgrado junto con 22 pasajeros y 6 tripulantes a bordo. Desgraciadamente, mientras Vesna repartía las comidas en el avión, un terrorista hizo explotar una bomba oculta en el equipaje en mitad del vuelo. Se encontraban a unos 10.160 metros de altura. La bomba partió en dos el avión.
Todo el mundo falleció. Menos ella. Vesna perdió el conocimiento y se precipitó al vacío. Se golpeó contra el suelo en el norte de Bohemia, cerca de la frontera con Alemania y quedó inconsciente con graves lesiones craneales (qué menos). También se fracturó la columna vertebral, las piernas, la pelvis y las costillas. Todo esto ocurrió cerca de la pequeña ciudad de Srbská Kamenice, en la que uno de los vecinos distinguió las piernas de Vesna entre el fuselaje.
Este vecino, tuvo el buen criterio de no mover el cuerpo de Vesna. Tan sólo la cubrió con un abrigo y le abrió las vías respiratorias hasta que llegaron las asistencias sanitarias.
Vesna permaneció en coma durante 3 días. Al despertar sus dos primeras frases fueron: “¿Puedo fumar un cigarrillo?” y “¿Dónde están mis perros y mis gatos?”. Vesna no podía moverse de cintura para abajo, pero en un año consiguió caminar, e incluso se incorporó a un trabajo de oficina.
Esta caída está registrada en el libro Guinness de los records, como no podía ser menos. Podéis leer los detalles de todo esto aqui. Realmente increíble.
Buscando más sobre este tema, me he encontrado con otra de estas investigaciones que tanto me gustan y me dejan perplejo. En este caso se trata del doctor Richard Snyder (os juro que no saqué el nombre del malo de Olimpo de aquí) que ha dedicado la friolera de 50 años de su vida a investigar caídas de personas. Sí, como lo habéis oído. Este tío ha estudiado más 33.000 caídas desde todas las alturas y de todas las variedades, profundizando en lo él llama “tolerancia humana al impacto”. Tócate las narices. Aquí podéis ver toda su obra.
Pues según este señor, para sobrevivir a una caída de más de 300 metros, todo depende de cómo caigas, dónde aterrices y de tu propia condición física. Creo que este hombre ha malgastado su vida. En serio.
Y aquí tenéis uno de sus mejores descubrimientos: tienen más posibilidades de sobrevivir los suicidas o los pacientes psicóticos que las personas normales que caen accidentalmente. Su explicación es que «el acto de saltar puede ser una liberación para él y, a diferencia de la mayoría de nosotros, esa persona puede disfrutar con el salto. Como consecuencia de ello, puede estar físicamente relajado en el momento del impacto, lo cual parece ser, en sí mismo, un criterio importante para sobrevivir a la caída libre. Lo mismo sucede con las personas alcoholizadas: están tan anormalmente relajados que sobreviven mucho mejor a las caídas». Vaya personaje.
Sigo alucinando con la pasta que se dejan algunas universidades o laboratorios en estudios. ¿Es qué nadie hace un casting a los científicos antes de soltar la pasta? Increíble.
Bueno, antes de dejaros y por finalizar este gran estudio sobre las caídas de las personas, os dejo una lista con 10 recomendaciones en caso de que os caigáis:
1.- Intenta frenarte un poco, maximizando la superficie para crear más rozamiento. (Lo cual puede servirte de poco a menos que te hayas caído de un avión. Hay mucha física en el desafío a la ley de la gravedad.)
2.- Encuentra un buen lugar para caer. Cemento, tejados y superficies (ejem) «inflexibles» son malas. Nieve, agua, vegetación y árboles son menos malos.
3.- Dirige un poco tu caída (en plan supermán, literalmente).
4.- Dobla las rodillas.
5.- Relájate (aunque puede resultar un poco dificilillo)
6.- Cae con los pies por delante.
7.- Y con los tobillos si es posible.
8.- Protégete la cabeza.
9.- Controla la orientación de tu cuerpo. Tras el impacto inicial lo mejor es intentar girar para caer de lado o de espaldas. La idea es distribuir las fuerzas. (Probablemente te rompas todos los huesos, pero la idea es sobrevivir).
10.- Consigue ayuda médica inmediatamente. (Hey, ¡gran idea!)
Gentileza de microsiervos que tradujeron este artículo.
Y acabamos con este vídeo de caídas en general, que siempre tienen su gracia 😉