Buenas. Acabó el verano y con ello volvió el otoño. Otra vez. Otro año. Y como siempre que ocurre esto, aparece en mi cabeza un pensamiento constante. Debo aprovechar para ponerme en forma. Es un pensamiento muy pesado. Lo es porque tiene toda la razón del mundo, pero no me gusta que me lo digan. Me pasa siempre. Me veo delante del espejo evaluándome a mi mismo físicamente. Y no suelo sacar mucha nota. Echo una carrera (por lo que sea) y mi cuerpo me pide vacaciones. Ante esta situación, un listillo que anda por mi cabeza dice… ¿Por qué no aprovechas ahora que tienes tiempo para ponerte en forma? Y yo le respondo como lo haría nuestro Rey. Pero ese listillo tiene razón.
Al final siempre me acabo auto convenciendo y decido hacer algo. Este es el momento en el que me suelo bajar a jugar al baloncesto con una pequeña frecuencia o incluso algún año me apunto a un equipo (como este año). Es el momento en el que alguna vez me ha dado por bajar a correr a la calle (cosa que no suele durar mucho tiempo). Es el momento en el que me da por ponerme a subir y bajar a la calle por las escaleras (esto dura un poco más pero tampoco es eterno).
Total, algo hago, pero a la vista de lo que pasa cada año es completamente insuficiente. Hay que tener en cuenta que mi trabajo diario consiste en sentarme en una silla (bastante cómoda) y no levantar la vista del ordenador hasta que me voy. Son más de 7 horas sentado. Más las que paso luego en casa, son claramente demasiadas. Así que el poco deporte que realizo no me vale. Sí ayuda pero no detiene mi degeneración.
Así que este año he pensado en dar un paso más. Me estoy planteando apuntarme a un gimnasio. No con la idea de matarme a levantar pesas (eso no va conmigo), pero sí para hacer algo más de deporte aeróbico de una manera más reglamentada. Esto no me ha surgido solo. Todo viene de que un amigo me lo ha propuesto para no ir solo. Y la idea me convence. Creo que puede ser una auténtica experiencia. A lo mejor me acaba encantando y me vuelvo un vigoréxico. A lo mejor me obsesiono tanto con el deporte que dejo de pensar en otras cosas. A lo mejor llega un día que de tanto deporte me acabo pareciendo a algo como esto:
A lo mejor todo lo que he escrito era una excusa para poner esta foto que me ha parecido de lo más asqueroso que he visto en mucho tiempo. A lo mejor.
Un saludo gente.